miércoles, 30 de julio de 2008

Jardinería poética

GALERÍA URBANA
5 de Julio de 2008
Año 02, núm. 30
Por José Manuel Ruiz Regil


Acordaron encontrarse en el parque poco antes de las 11 a.m. para preparar el tinglado (sonido, tendidos, sillones, despachadores, sillas, agua, café, vino inteligente cosecha de la casa, libros y otros estimulantes menos biológicos y más estéticos). Todo estaba planeado, pero también todo iba a ser una gran improvisación. El jazz de la vida los había reunido en el tiempo preciso, para que cada quien hiciera su solo; sonando armoniosamente al formar el ensamble multidisciplinario que encendería ese 5 de Junio, en el Jardín Fátima de la Colonia Irrigación, la flama creativa de la renovación. “En la intimidad de tu parque”, su nombre.

Con la apertura que se requiere para hacer que las cosas sucedan, la iniciativa de Blanca Roth (poeta y actriz) de crear un espacio de poesía y música en un parque, para estimular la sensibilidad y la creatividad de los paseantes, fue adoptada inmediatamente como primer proyecto del grupo creativo sin nombre aún, iniciado por Gustavo Oñate (productor-fotógrafo), Manolo Regil (cantautor), Anna Oñate (diseñadora-fotógrafa), y Joel Quesada (productor), ambos productores y distribuidores de las postales Glypho –si las ves, cómpralas- a los que se sumaron, convencidos de que hay que hacer cultura a cualquier precio, Eric Marvaz (fotógrafo y poeta), Griselda Ruiz (artesana y cultora de orquídeas Veracruzanas), Ana Nieblas (poeta y promotora cultural), María de Jesús Villalpando (poeta y editora de Ehéccatl editor), Emilio García (poeta) y Andrés Lhima (Diseñador industrial), quien nos hizo caer de nachas en sus sillones ecológicos rellenos de PET y forrados de ese tapiz plástico característico de las bolsas de mercado. Con asas y todo. Símbolo de una mexicanidad turística “¡super nice!”. Cada uno aportando su voz, experiencia y talento para el logro de este sueño urbano.



Hacia las 11.30 a.m. se inauguró formalmente el espacio. Lo que significa que el megáfono ocupó el follaje de silencio inercial de la mañana para convocar a los paseantes. Los acordes de guitarra cayeron sus párpados a la voz del cantautor, seguidos por la voz de los poetas. Las sillas dispuestas a lo largo de la jardinera comenzaron a ocuparse por curiosos del oído y gozosos de la palabra. Como respaldo de una a otra orilla de las ramas colgaban versos blancos que la poeta Roth había instalado en un tendedero con pinzas para ropa, con la intención de que la gente se los llevara al pasar.

La primera ronda inició con Ana Nieblas. Su palabra despertó en los asistentes emociones normalmente postergadas para la noche y la intimidad. Sin embargo, el aplauso demostró que no hace falta lo oscurito para que el cuerpo sienta. Luego Ma. de Jesús Villalpando con su tono súbito a veces; otras, guerrillero, abordó temáticas de corte social con humor y ojo crítico. Hay que leer su poema “Bonsai”. La mañana de aquel sábado, cruzaba el parque hacia la iglesia, un hombre deportivo paseando un Pastor Alemán en correa. A pesar de su aparente exilio cultural, su atención no escapó a los versos. Como no lo hizo tampoco la de la enfermera que instaló a su pacientito en su silla de ruedas a unos cuantos metros del escenario. Ni la de aquella otra parejita que como que no quiere la cosa, entre besito y besito, algo comentaban también.


Un túnel de latitudes instalado por Gustavo Oñate, proyectaba la inocencia de la guerra en Irak, en una presentación fotográfica que captaba los rostros de la infancia detrás de los misiles. Paisajes de fantasía recortados por la magia del diseño. Sobre la jardinera de arrallanes un cilindro de papel kraft atenuaba la luz de la canícula anticipada, e invitaba al “voyeur” a asomarse dentro para descubrir el misterio. Hacia medio día, los que pudieron ir en paz saliendo de la iglesia, se fueron. Pero quienes prefirieron turbar su santidad se instalaron con sus trajes de quince años en las mesas-tableros de ajedrez, y echaron una partida a los sentidos. La cultura hizo enroque a su sensibilidad y no dudaron en regalar un aplauso luego de mover al peón para celebrar una actuación o algún final de verso.

Emilio García, detrás de su penumbra leyó con su acento andino ingeniosas reflexiones que no por estar revestidas de tanta cotidianidad dejan de ser profundas. Al contrario, resalta su agudeza filosófica y la reviste de ordinario haciendo de sus versos cápsulas de gran intensidad reveladora y acción prolongada. Al tomar la palabra, Blanca, revivió en sus versos emociones vividas tiempo atrás, algunas relacionadas con la vida de pareja, y otras con la búsqueda individual, pero todas amarradas al instante de vivir con pasión cada segundo, pues ante la incertidumbre del tiempo, lo que queda es presente. –“¿Qué es la poesía?” –preguntó Iker, de 5 años. Los extremos de la vida clavaron sus miradas en esa pregunta inocente. Con el micrófono en la mano Blanca remontó al origen y remató su explicación citando a Bequer: “poesía eres tú”. Con lo que el niño pareció conforme. Por un rato. Eric Marvaz compartió su poesía en prosa, en cuyas parrafadas se entreveran fantasías parecidas a las de un jardín tropical donde florecen espejismos. Los nombra soledad, ausencia, ilusión, Griselda.

Entre el verso y el obturador el artista de la luz captura momentos. Luego de un par de canciones y tres o cuatro cuentos breves de Regil, aplausos y agradecimientos, se da por concluida esta primera intervención de jardinería poética. El pequeño que había estado cavilando la respuesta pide la palabra. Su experiencia del evento es contundente, y desde su asombro participativo comparte: “La poesía es el parque. Es todas las cosas que hacemos”. Ante esas palabras el éxito es rotundo. Las representantes delegacionales, sensibles al evento, promueven el “encore”. Los asistentes intercambian arrobaspuntocom con los participantes. Surgen nuevas inquietudes, se organiza la comida. Todos ponen una mano para desvestir el parque. Entre miradas se afianza la complicidad. Los abrazos rezuman ideas para otros días. El grupo sinnombre sigue gestando su bautizo.

Hasta la próxima. (Fotos: Marvaz)